Ya desde la antigüedad clásica, grandes hombre y mujeres estudiaban oratoria. Y es que la habilidad para comunicar, persuadir e impactar mediante la palabra es una de las habilidades más importantes para tener éxito profesional.

Hablar en público y no tener miedo escénico no está en el ADN de ninguna persona. Es más, la realidad nos dice que los mejores comunicadores han aprendido a hacerlo entrenando y poniendo en práctica sus habilidades de comunicación.

Para ser buen comunicador hay que dejarse contagiar por los mejores: aquellos que hablan tanto en pequeños grupos como ante grandes auditorios, en su entorno profesional o de amistades y consiguen transmitir sus ideas y enseñanzas, cautivando  “mentes y corazones”:

1. Sé auténtico. Unos te dirán que comiences tu discurso con un chiste, otros que cuentes una anécdota personal que te haga conectar con el público desde el segundo uno…La autenticidad es clave para mejorar la empatía y conseguir la conexión con el público, por lo que “sé tú mismo”. No hace falta ser Obama para ser auténtico: la clave no es leer el discurso si no hablar a cada una de las personas. Si te fija en el siguiente discurso, parece que te habla incluso a ti.

2. La improvisación no es suficiente. Presentación breve pero impactante. No es necesario hacer malabares ni trucos de magia. Incluso los mejores discursos de la historia tenían una preparación detrás. Es esa gran preparación las que nos engañan pensando que esos silencios, entonaciones son producto del azar. Sin la preparación adecuada no conseguirás esos efectos especiales de los mejores discursos de la historia. En este discurso de Steve Jobs puede observar perfectamente la adecuación al público al que va dirigido: el discurso no es solo acerca de sus ideas sino acerca del público; encuentra una manera de ganarse a la audiencia.

3. Apela a la emoción con pasión. No es conveniente  transmitir urgencia, agresividad, o arrogancia, por lo que debemos cuidar el tono de voz y la velocidad. Para ello, lo mejor es mantener una actitud respetuosa y cómoda.

4. Cuenta una historia. La gente tiene que abandonar el lugar de la conferencia con la misma sensación de un niño en la noche de reyes: con las emociones a flor de piel. Para ello utilizas todas las armas narrativas a tu alcance: crea suspense, como hace Steve Jobs en el discurso de presentación del primer IPhone de la historia. Y sobre todo, regala un buen final.

5. Visualizas imágenes. Y para ello debes pintar con las palabras situaciones cotidianas o experimentadas por la audiencia. Otro recurso que también utiliza Martín Luther King Jr. es la repetición de la algunas frases claves de su discurso: “I have a dream” o “Let freedom ring”. Por esto estas palabras cada vez que son pronunciadas, aún hoy después de 40 años, te hacen viajar en el tiempo.

6. Practicar, practicar y practicar. Como nos contaba nuestra compañera Sue Rosales en la píldora formativa sobre comunicación, el verdadero secreto y la mejora de las habilidades comunicativas se consiguen mediante la práctica. Además, para conectar con el público es muy importante tener información anticipada acerca de ellos. Y la pasión en el discurso es fundamental para ganarte su corazón, su mente y su atención. “Háblales cómo si el discurso estuviera dirigido a cada persona del público”, comentaba Sue, asesora de protocolos y organización de eventos y experta en comunicación.