Abre la caja y conóceme

Lo que somos al final es producto de un sinfín de cosas: nuestras experiencias pasadas, nuestros aprendizajes, nuestros pensamientos,…Y al final todo repercute en nuestra forma de ser. A la hora de trabajar en equipo es importante que cada uno encuentre su lugar y se vea realizado como un o una integrante más.

En la Lanzadera de Langreo hemos llevado a cabo una actividad muy personal que ha servido para que todos y todas nos conozcamos mejor y de paso, fortalecer los lazos en el grupo. En la dinámica de las cajas cada persona tuvo que llevar una caja, decorada o no según nuestro criterio, con objetos personales que tuviesen un significado importante. Ya fuese en el ámbito personal o laboral. No fue una dinámica fácil. Desvelar los sentimientos que nos evocan ciertos objetos personales supone un gran ejercicio de confianza ante personas que hace dos meses eran auténticos desconocidos y desconocidas. Y ahí radica la magia de este ejercicio. Empatizar, identificarse, reír e incluso llorar con las anécdotas de nuestros compañeros y compañeras. Conocerlos más íntimamente y ver cuántas cosas compartimos en común en realidad. Vencer la timidez de hablar de uno o una misma en público y reforzar los lazos del compañerismo. Todo esto ha supuesto la dinámica de las cajas en nuestro equipo.

Como “premio”, todos y todas hemos recibido notas anónimas, en la mayoría de los casos, en nuestras cajas con felicitaciones o elogios. Notas que no hacen más que intensificar que detrás de este equipo se están creando fuertes lazos de amistad y camaradería. Aunque eso no quiere decir que no tengamos altibajos propios de un grupo de trabajo, siempre trabajamos por proyectos en común. Precisamente de los conflictos típicos que se dan en los grupos y cómo resolverlos hablaremos próximamente en el blog, así que os invitamos a que estéis muy atentos.

Por último darle las gracias a nuestra técnico Mayte por traernos maravillosas actividades para seguir creciendo como personas y como equipo.